~Hace 10 años atrás~
-no por favor…ya no quiero mas…es demasiado
doloroso
Lloraba desconsoladamente un pobre pequeño
recostado en una enorme cama mientras un hombre toqueteaba su cuerpo y le hacia
cosas dolorosas y repugnantes para él.
-jajajjaa…tu crees que eso me importa…si quieres
ayuda llama a tu madre, que yo sepa ella fue quien me dejo jugar contigo
pequeño
-no…no quiero…¡mamá por favor ayúdame!
El pequeño rogaba con sus ojos llorosos por
ayuda a la mujer que se hacia llamar su madre, la cual tan sólo se mantenía
parada en el umbral de la puerta con los brazos cruzados sin inmutarse al ver
como aquel hombre abusaba de su hijo. Siempre lo odió, siempre odió a ese niño
que jamás deseo tener por eso dejaba que todos sus amantes abusaran una y otra
vez de su hijo.
-no me importa haz lo que quieras con él
Sin mirar atrás salió de la habitación para
poder seguir disfrutando de la fiesta que se celebraba en el primer piso de su
casa, no le importaba las cosas que ese hombre de avanzada edad quisiera
hacerle a esa aberración que nunca deseo tener.
-ma…dre
Susurró débilmente debido al mar de lágrimas que
bajaba por su inocente rostro, su madre nuevamente lo dejaba atrás, nuevamente
ignoraba el daño que esos hombres le hacían no sólo a su cuerpo de niño sino
que también a su corazón, ese corazoncito que late cada vez más lento debido a
la decepción de no tener el amor de madre que siempre a rogado, tan sólo
deseaba de aquella esbelta mujer un abrazo, un abrazo reconfortante… sin
embargo aquel deseo jamás se cumpliría.
Después de que aquel hombre consiguiera acabar
una vez más con la inocencia de Min salió de la habitación dejándolo desnudo
sobre la cama.
-nos vemos abajo en la fiesta pequeño… ha sido
realmente delicioso poseerte
Min con tan solo 10 años de edad había sido
abusado tantas veces que ya había perdido la cuenta, no tiene recuerdos dulces durante
su corta vida tan sólo dolorosos y llenos de odio, aún no entendía por qué su
madre lo odiaba tanto ¿Qué había hecho para merecer tal desprecio de su
progenitora?
Agobiado por el dolor que aun está en su cuerpo,
decide salir de la gran casona ubicada a fueras de la gran ciudad, hermosamente
construida hace ya casi un siglo, sus
jardines se veían imponentes desde los grandes ventanales.
El pequeño Min camina entre las grandes plantas
que cubren todo a su alrededor escondiéndose de la vista de aquellos que
disfrutan una vez más de las fiestas que su madre suele organizar a menudo, no
quiere seguir entre esas paredes que tan sólo le traen dolor a su pequeño ser,
porque sabe que más hombres se meterán en su cuarto en busca de profanar
nuevamente su inocencia. Es por eso que se escabulle entre las hermosas flores.
La noche estaba tranquila mientras todo era
alumbrado por ese gran astro en los cielos, el viento mecía las hojas de los
árboles lentamente entregándole un poco de tranquilidad a ese pequeño que
cubierto tan sólo por una sabana blanca camina respirando el olor de las flores
que el viento trae consigo. Tan sumido se encontraba olfateando el lugar con
sus ojitos cerrados que no se dio cuenta cuando algo se cruzo en su camino
haciéndolo caer estrepitosamente contra el suelo.
-Auch!
Se quejó adolorido debido a que sus manos
recibieron todo el golpe de la caída, miro hacia atrás para ver con que había
tropezado encontrándose con la imagen más hermosa que ha podido ver en su corta
vida. Un hombre sentado en el pasto con su espalda apoyada en el tronco del
árbol más frondoso de la casa, el viento mecía las hojas al igual que los
cabellos largos y ondulados de un color tan negro como la mismísima noche de
ese desconocido, rápidamente se hizo a un lado para quedar frente a ese chico que
no aparentaba ser muy mayor, gracias a los rayos de la Luna pudo ver mejor su
rostro, era un chico de piel blanca, labios gruesos cubiertos de un leve color
rojizo, se encontraba con sus ojos cerrados pudiendo apreciar esas largas
pestañas que fácilmente se podrían confundir con los de una chica. Era un ser
demasiado hermoso como para ser real, pero una mancha de color rojo llamó su
atención acercándose un poco más para ver de que se trataba, aquella mancha
estaba a la altura de su corazón viendo como poco a poco la respiración de
aquel desconocido se volvía trabajosa… estaba herido…
-hey! Te encuentras bien…- preocupado se acerco
y trato de tocar la herida.
-¡no me toques mocoso!
El pequeño respingo asustado ante el fuerte
grito de aquel desconocido, pudo ver como lentamente abría los ojos
observándolo con ira, pero algo en el pecho de Min latió fuertemente al ver
esos hermosos ojos de un tono oscuro perdiéndose en ellos.
-… déjame… solo
Le dijo seriamente el joven chico sin despegar
su mirada de la de ese pequeño que lo observaba con ojos preocupados… a estas
alturas de su vida… si es que a eso se le podría llamar vida… lo menos que
quería era la lastima de un desconocido, mucho menos de la de un niño.
-pero…estas herido
-sólo vete… acaso no sabes que no debes hablar
con extraños
-…no lo… se mamá jamás me habla de esas
cosas…además ya me han hecho más
daño de lo que te puedas imaginar…
Abrazo su pequeño cuerpo comenzando a temblar de
solo recordar a todos esos hombres que han osado tocar su cuerpo, aquel
desconocido afilo su mirada al ver la tristeza y el dolor marcado en ese
angelical rostro pudiendo percibir en él un olor que le repugno.
-acaso…tu
Viendo al niño más de cerca se dio cuenta que
llevaba tan sólo una sabana blanca cubriendo su delgado y pequeño cuerpo,
frunció su seño al entender las palabras de ese niño… lo que más odiaba de los
humanos eran aquellos que abusaban de otros en especial los que osaban poner
sus manos sobre seres inocentes.
-eso no importa…ahora por favor no seas
testarudo y déjame ayudarte tienes que vivir
Changmin lo miraba preocupado, su abuela le dijo
una vez que no importaba la situación en la que se encontrara pase lo que pase
siempre debía ayudar a aquellos que lo necesitaran, y en ese momento ese
hermoso desconocido estaba herido y necesitaba de su ayuda.
-que importa eso ya, yo jamás he vivido además
por qué razón viviré si no tengo nada ni a nadie… prefiero morir en este lugar…
Miró hacia el cielo nocturno con gran tristeza
en sus ojos al recordar todas las cosas que ha hecho ya en su larga vida, no
deseaba seguir viviendo ya era el momento de partir y dejar todo atrás
esperando que algún día lo que le quede de alma encuentre la paz… esa que jamás
pudo encontrar.
-haz oído hablar sobre el hilo del destino?...
Preguntó con suma inocencia aquel pequeño que observaba
con una leve sonrisa al hombre frente a sus ojos, el cual volvió su mirada
hacia él.
-mi abuela suele hablarme sobre esto…me dijo que
todos estamos destinados a alguien en la vida, ambas personas están unidas por
un hilo rojo invisible…están unidos por medio del dedo meñique…
-ja!...que locuras hablas niño…y si te…digo que
mi hilo se rompió?
Miró al pequeño a los ojos y vio tanta pureza en
ellos, tanta sinceridad en sus palabras que no pudo evitar desviar su mirada.
-pues entonces…-tomó la mano del hombre
desconocido uniendo su meñique con el de él -listo!...lo uní…ahora tu hilo esta
otra vez unido
Min sonrió ampliamente, mientras que el desconocido
abrió sus ojos asombrado ante la acción, nunca nadie había sido tan amable con
él mucho menos un niño con tanta inocencia. Sin embargo se levanto rápidamente
a pesar del dolor que atacaba a su cuerpo y se acerco hasta el pequeño arrodillándose
frente a él.
-quiero que cierres tus ojos, tapes tus oídos y
cuentes hasta 100, vale?
-eh?...
-tu sólo hazme caso
-esta… bien
Min hizo lo que le indico, pero antes de cerrar
por completo sus ojitos vio como ese chico le susurro unas palabras que no
alcanzo a descifrar por completo, ya que tenía los oídos tapados. Antes de irse
le dio un beso en la frente para cerrar su promesa.
Ya me enganche!!!!!
ResponderEliminarEsto pinta genial!!!
Me voy corriendo a leer el primer capo!!!
quiero masssssssssssss!!!!!!!!!!! T.T un yoomin!!! <3.<3
ResponderEliminarjodidamente tierno...
ResponderEliminarmaldicion y yo sin leer este fic ya ni modo...
ResponderEliminarmaldita mujer de porqueria porque porque no puedes cuidar a mi amor el es un ser tan lindo tan tierno el nesecita amor porque porque porque no puedes ser una buena mandre
el yoomin es pura ternura me mata mi min apesar del dolor es demasiao dulce
dime chun no podias havertelo llevado contigo y salvarlo de esa vida tan horrible
bien ahora me voy por el sigiente cap