miércoles, 12 de septiembre de 2012

Prologo




                                                                      ~Hace 10 años atrás~


-no por favor…ya no quiero mas…es demasiado doloroso

Lloraba desconsoladamente un pobre pequeño recostado en una enorme cama mientras un hombre toqueteaba su cuerpo y le hacia cosas dolorosas y repugnantes para él.

-jajajjaa…tu crees que eso me importa…si quieres ayuda llama a tu madre, que yo sepa ella fue quien me dejo jugar contigo pequeño

-no…no quiero…¡mamá por favor ayúdame!

El pequeño rogaba con sus ojos llorosos por ayuda a la mujer que se hacia llamar su madre, la cual tan sólo se mantenía parada en el umbral de la puerta con los brazos cruzados sin inmutarse al ver como aquel hombre abusaba de su hijo. Siempre lo odió, siempre odió a ese niño que jamás deseo tener por eso dejaba que todos sus amantes abusaran una y otra vez de su hijo.

-no me importa haz lo que quieras con él

Sin mirar atrás salió de la habitación para poder seguir disfrutando de la fiesta que se celebraba en el primer piso de su casa, no le importaba las cosas que ese hombre de avanzada edad quisiera hacerle a esa aberración que nunca deseo tener.

-ma…dre

Susurró débilmente debido al mar de lágrimas que bajaba por su inocente rostro, su madre nuevamente lo dejaba atrás, nuevamente ignoraba el daño que esos hombres le hacían no sólo a su cuerpo de niño sino que también a su corazón, ese corazoncito que late cada vez más lento debido a la decepción de no tener el amor de madre que siempre a rogado, tan sólo deseaba de aquella esbelta mujer un abrazo, un abrazo reconfortante… sin embargo aquel deseo jamás se cumpliría.
Después de que aquel hombre consiguiera acabar una vez más con la inocencia de Min salió de la habitación dejándolo desnudo sobre la cama.

-nos vemos abajo en la fiesta pequeño… ha sido realmente delicioso poseerte

Min con tan solo 10 años de edad había sido abusado tantas veces que ya había perdido la cuenta, no tiene recuerdos dulces durante su corta vida tan sólo dolorosos y llenos de odio, aún no entendía por qué su madre lo odiaba tanto ¿Qué había hecho para merecer tal desprecio de su progenitora?

Agobiado por el dolor que aun está en su cuerpo, decide salir de la gran casona ubicada a fueras de la gran ciudad, hermosamente construida hace ya casi un siglo,  sus jardines se veían imponentes desde los grandes ventanales.

El pequeño Min camina entre las grandes plantas que cubren todo a su alrededor escondiéndose de la vista de aquellos que disfrutan una vez más de las fiestas que su madre suele organizar a menudo, no quiere seguir entre esas paredes que tan sólo le traen dolor a su pequeño ser, porque sabe que más hombres se meterán en su cuarto en busca de profanar nuevamente su inocencia. Es por eso que se escabulle entre las hermosas flores.

La noche estaba tranquila mientras todo era alumbrado por ese gran astro en los cielos, el viento mecía las hojas de los árboles lentamente entregándole un poco de tranquilidad a ese pequeño que cubierto tan sólo por una sabana blanca camina respirando el olor de las flores que el viento trae consigo. Tan sumido se encontraba olfateando el lugar con sus ojitos cerrados que no se dio cuenta cuando algo se cruzo en su camino haciéndolo caer estrepitosamente contra el suelo.

-Auch!

Se quejó adolorido debido a que sus manos recibieron todo el golpe de la caída, miro hacia atrás para ver con que había tropezado encontrándose con la imagen más hermosa que ha podido ver en su corta vida. Un hombre sentado en el pasto con su espalda apoyada en el tronco del árbol más frondoso de la casa, el viento mecía las hojas al igual que los cabellos largos y ondulados de un color tan negro como la mismísima noche de ese desconocido, rápidamente se hizo a un lado para quedar frente a ese chico que no aparentaba ser muy mayor, gracias a los rayos de la Luna pudo ver mejor su rostro, era un chico de piel blanca, labios gruesos cubiertos de un leve color rojizo, se encontraba con sus ojos cerrados pudiendo apreciar esas largas pestañas que fácilmente se podrían confundir con los de una chica. Era un ser demasiado hermoso como para ser real, pero una mancha de color rojo llamó su atención acercándose un poco más para ver de que se trataba, aquella mancha estaba a la altura de su corazón viendo como poco a poco la respiración de aquel desconocido se volvía trabajosa… estaba herido…

-hey! Te encuentras bien…- preocupado se acerco y trato de tocar la herida.

-¡no me toques mocoso!

El pequeño respingo asustado ante el fuerte grito de aquel desconocido, pudo ver como lentamente abría los ojos observándolo con ira, pero algo en el pecho de Min latió fuertemente al ver esos hermosos ojos de un tono oscuro perdiéndose en ellos.

-… déjame… solo

Le dijo seriamente el joven chico sin despegar su mirada de la de ese pequeño que lo observaba con ojos preocupados… a estas alturas de su vida… si es que a eso se le podría llamar vida… lo menos que quería era la lastima de un desconocido, mucho menos de la de un niño.

-pero…estas herido

-sólo vete… acaso no sabes que no debes hablar con extraños

-…no lo… se mamá jamás me habla de esas cosas…además ya me han hecho más 
daño de lo que te puedas imaginar…

Abrazo su pequeño cuerpo comenzando a temblar de solo recordar a todos esos hombres que han osado tocar su cuerpo, aquel desconocido afilo su mirada al ver la tristeza y el dolor marcado en ese angelical rostro pudiendo percibir en él un olor que le repugno.

-acaso…tu

Viendo al niño más de cerca se dio cuenta que llevaba tan sólo una sabana blanca cubriendo su delgado y pequeño cuerpo, frunció su seño al entender las palabras de ese niño… lo que más odiaba de los humanos eran aquellos que abusaban de otros en especial los que osaban poner sus manos sobre seres inocentes.

-eso no importa…ahora por favor no seas testarudo y déjame ayudarte tienes que vivir

Changmin lo miraba preocupado, su abuela le dijo una vez que no importaba la situación en la que se encontrara pase lo que pase siempre debía ayudar a aquellos que lo necesitaran, y en ese momento ese hermoso desconocido estaba herido y necesitaba de su ayuda.

-que importa eso ya, yo jamás he vivido además por qué razón viviré si no tengo nada ni a nadie… prefiero morir en este lugar…

Miró hacia el cielo nocturno con gran tristeza en sus ojos al recordar todas las cosas que ha hecho ya en su larga vida, no deseaba seguir viviendo ya era el momento de partir y dejar todo atrás esperando que algún día lo que le quede de alma encuentre la paz… esa que jamás pudo encontrar.

-haz oído hablar sobre el hilo del destino?...

Preguntó con suma inocencia aquel pequeño que observaba con una leve sonrisa al hombre frente a sus ojos, el cual volvió su mirada hacia él.

-mi abuela suele hablarme sobre esto…me dijo que todos estamos destinados a alguien en la vida, ambas personas están unidas por un hilo rojo invisible…están unidos por medio del dedo meñique…

-ja!...que locuras hablas niño…y si te…digo que mi hilo se rompió?

Miró al pequeño a los ojos y vio tanta pureza en ellos, tanta sinceridad en sus palabras que no pudo evitar desviar su mirada.

-pues entonces…-tomó la mano del hombre desconocido uniendo su meñique con el de él -listo!...lo uní…ahora tu hilo esta otra vez unido

Min sonrió ampliamente, mientras que el desconocido abrió sus ojos asombrado ante la acción, nunca nadie había sido tan amable con él mucho menos un niño con tanta inocencia. Sin embargo se levanto rápidamente a pesar del dolor que atacaba a su cuerpo y se acerco hasta el pequeño arrodillándose frente a él.

-quiero que cierres tus ojos, tapes tus oídos y cuentes hasta 100, vale?

-eh?...

-tu sólo hazme caso

-esta… bien

Min hizo lo que le indico, pero antes de cerrar por completo sus ojitos vio como ese chico le susurro unas palabras que no alcanzo a descifrar por completo, ya que tenía los oídos tapados. Antes de irse le dio un beso en la frente para cerrar su promesa.









4 comentarios:

  1. Ya me enganche!!!!!

    Esto pinta genial!!!

    Me voy corriendo a leer el primer capo!!!

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  2. quiero masssssssssssss!!!!!!!!!!! T.T un yoomin!!! <3.<3

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  3. maldicion y yo sin leer este fic ya ni modo...


    maldita mujer de porqueria porque porque no puedes cuidar a mi amor el es un ser tan lindo tan tierno el nesecita amor porque porque porque no puedes ser una buena mandre

    el yoomin es pura ternura me mata mi min apesar del dolor es demasiao dulce

    dime chun no podias havertelo llevado contigo y salvarlo de esa vida tan horrible

    bien ahora me voy por el sigiente cap

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